Nota redactada por Tatiana Gutiérrez Wachong, Periodista
MEP cuenta con un protocolo para controlar este problema
Centros educativos públicos y privados deben seguir los lineamientos
El problema del bullying es una realidad que afecta a niños y niñas, adolescentes y jóvenes de todo el mundo, por este motivo y para minimizar los efectos el Ministerio de Educación Pública lanzó un protocolo de ocho pasos que servirán de ruta para manejar este tipo de situaciones.
Este problema afecta toda la comunidad educativa y deteriora la convivencia, además de que es una violación de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Los estudiantes pueden sufrir bullying por el color de su piel, la estatura, peso, tipo de cabello o por sus intereses particulares: hobbies, música, forma de vestir, juguetes, juegos y deportes. Otro de los aspectos que inciden es la nacionalidad, la religión, la situación socioeconómica o algún tipo de discapacidad o situación de salud.
Algunas de las consecuencias, pueden ser: trastorno de sueño, alimentación, problemas digestivos, dolor de cabeza, fatiga y agotamiento, entre otros. Así como consecuencias psicológicas: inestabilidad nerviosa, sentimientos de insatisfacción, miedo, soledad, inseguridad, abandono y desconfianza en sí mismo/a.
El bullying es una forma de violencia, discriminación y negación de los derechos.
Nunca debe ser aceptado, minimizado o invisibilizado, por este motivo, existen ocho pasos para prevenirlo.
1-Detecte bien la situación
Cuando el personal docente, de dirección, de orientación o equipos interdisciplinarios detecte una situación de bullying deberá informarlo para verificar de qué se trata.
En ese momento, no debe restar importancia a las manifestaciones o denuncias del estudiantado.
La persona encargada debe escuchar con respeto y evite decir cosas como “son cosas de niños”, “no es para tanto”.
No se debe minimizar ni ignorar las quejas del estudiantado.
En el MEP existe la Contraloría de Derechos Estudiantiles, esta instancia puede acompañarle y asesorarle sobre el debido proceso de atención y referencia de los casos.
2-Comunicarlo a la Dirección
En cualquier caso, la persona que recibe la información sobre la situación de bullying debe decírselo a la directora o director, contando cada uno de los hechos que investigó o analizó.
3- Atender la situación
Se deben tomar acciones para vigilar la inmediata seguridad y protección del estudiante afectado, sin culpabilizar ni estigmatizar al presunto agresor.
También, se debe hablar por separado con cada una de las personas implicadas y es imprescindible tener en cuenta que la forma de intervenir varía según la historia familiar.
Conviene realizar las gestiones con privacidad y cautela para impedir nuevas revanchas, amenazas y agravios.
4- Comunicación con las familias
La persona encargada, vía teléfono, o por cualquier medio posible establece comunicación con la madre, padre o responsable de la persona violentada y de quien presuntamente ejerció el bullying.
5-Entrevista con todas las partes
Se debe mantener una actitud de escucha, no culpabilizar ni juzgar, solicitar colaboración para frenar el acoso y pedir confidencialidad entre las familias y con su hija o hijo. Es muy importante evitar el castigo físico.
6-Definir las medidas a seguir con las diferentes partes
Si no se confirma la existencia de bullying deberá comunicar a las partes involucradas (estudiantes y sus familias) y consignarlo así en el informe del proceso.
Si no se confirma en el transcurso de la verificación de la información que se presentó un incidente de bullying, pero si una situación de violencia que amerite activar alguno (s) de los demás protocolos deberá hacerlo de manera paralela (por ejemplo en caso de que surjan nuevas manifestaciones de violencia, la presencia de armas o drogas).
7-Seguimiento a la implementación de medidas
La persona encargada de activar el protocolo debe realizar un seguimiento de las medidas y actuaciones definidas y aplicadas. Durante el primer mes se recomienda realizar seguimientos semanales para asegurarse que se haya contenido la situación de bullying, posteriormente puede extenderse el periodo de tiempo a cada dos semanas y luego cada mes por un periodo de al menos seis meses.
8-Medidas para restaurar la convivencia
Es responsabilidad del centro educativo tomar medidas inmediatas de protección y de prevención.
Mantener una comunicación frecuente con las familias y así evidenciar que el centro educativo toma acciones para detener la violencia.
Es imprescindible tener en cuenta que la forma de intervenir varía según la historia y contexto familiar. Algunas familias están más sensibilizadas con los casos de bullying que otras por lo que la intervención debe ser específica para cada contexto familiar.
Ocho pasos en la ruta del protocolo de actuación en situaciones de bullying
Detecte bien la situación
Comunicarlo a la Dirección
Atender la situación
Comunicación con las familias
Entrevista con todas las partes
Definir las medidas a seguir con las diferentes partes
Seguimiento a la implementación de medidas
Medidas para restaurar la convivencia
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